Monday, January 30, 2006

Los católicos y las imágenes

Conversando con un amigo perteneciente a una secta separada, me comentaba de que los católicos adorabamos a imágenes y que esto era idolatría. Ciertamente eso sería cierto si nosotros "adorasemos" tales imágenes lo que no es realidad. Venerar y adorar no es lo mismo.
Desde la antigüedad, el hombre siempre ha usado pintura, figuras, dibujos y esculturas, entre otros, para darse a entender o explicar algo. Estos medios sirven para ayudar a visualizar lo invisible; para explicar lo que no se puede explicar con palabras. Cuando el hombre cayó por el pecado y perdió la intimidad con Dios, comenzó a confundir a Dios con otras cosas y a darles culto como si fueran dioses. Este culto se representaba frecuentemente con esculturas o imágenes idolátricas. La prohibición del Decálogo contra las imágenes se explica por la función de tales representaciones.

Sin embargo, aún cuando muchas personas piensan que el primer mandamiento prohibe respeto a las imágenes esto no es necesariamente así. El culto cristiano a lo que representan las imágenes no es contrario al primer mandamiento porque el honor que se rinde a una imagen pertenece a quien en ella es representado. Es decir, al que se venera no a la imagen sino a lo que ésta representa.
En ese sentido, Santo Tomás de Aquino en su monumental Summa Theologiae señala que "el culto de la religión no se dirige a las imágenes en sí mismas como realidades, sino que las mira bajo su aspecto propio de imágenes que nos conducen a Dios encarnado. Ahora bien, el movimiento que se dirige a la imagen en cuanto tal, no se detiene en ella, sino que tiende a la realidad de la que es imagen".Incluso ya en el Antiguo Testamento, Dios ordenó o permitió la institución de imágenes que conducirían simbólicamente a la salvación por el Verbo encarnado, y como ejemplo de ellos tenemos la serpiente de bronce o el arca de la alianza y los querubines.
Ahora bien, las primeras comunidades cristianas representaron a Jesús con imágenes del Buen Pastor; más adelante aparecerán las del Cordero Pascual y otros iconos representando la vida de Cristo. Las imágenes han sido siempre un medio para dar a conocer y transmitir la fe en Cristo y la veneración y amor a la Santísima Virgen y a los santos. Prueba de ellos, son las catacumbas -la mayoría ubicadas en Roma- donde aún se conservan imágenes hechas por los primeros cristianos, como las catacumbas de Santa Priscila, pintadas en la primera mitad del siglo III.
Sin embargo, con la encarnación de Jesucristo se inauguró una nueva economía de las imágenes. Cristo tomó y rescató las enseñanzas del Antiguo Testamento y le dio una interpretación más perfecta en su propia persona. Antes de Cristo nadie podía ver el rostro de Dios; en Cristo Dios se hizo visible. Antes de Jesús las imágenes con frecuencia representaban a ídolos, se usaban para la idolatría. Ahora, el verdadero Dios quiso tomar imagen humana ya que Él es la imagen visible del Padre.

La Iglesia Católica venera a los santos pero no los adora. Adorar algo o alguien fuera de Dios es idolatría. Hay que saber distinguir entre adorar y venerar. San Pablo enseña la necesidad de recordar con especial estima a nuestros precursores en la fe. Ellos no han desaparecido en la nada sino que nuestra fe nos da la certeza del cielo donde los que murieron en la fe están ya victoriosos en Cristo.
La Iglesia respeta las imágenes de igual forma que se respeta y venera la fotografía de un ser querido. Todos sabemos que no es lo mismo contemplar la fotografía que contemplar la misma persona de carne y hueso. No está, pues, la tradición Católica contra la Biblia. La Iglesia es fiel a la auténtica interpretación cristiana desde sus orígenes.
La Iglesia procuró siempre con interés especial que los objetos sagrados sirvieran al esplendor del culto con dignidad y belleza, aceptando la variedad de materia, forma y ornato que el progreso de la técnica ha introducido a lo largo de los siglos. Más aún: la Iglesia se ha considerado siempre como árbitro de las mismas, escogiendo entre las obras artísticas las que mejor respondieran a la fe, a la piedad y a las normas religiosas tradicionales, y que así resultaran mejor adaptadas al uso sagrado.

El Papa elogia la Vida Consagrada como "expresión y escuela de caridad"

Durante el Ángelus en el que pronunció una oración por la paz mundial, el Papa Benedicto XVI destacó la importancia de la caridad y de la vida consagrada en la Iglesia. Hablando de su primera encíclica “Dios es Amor” el Santo Padre destacó la primacía de la caridad en la vida de la Iglesia y expresó su deseo de “recordar que testimonio privilegiado de esta primacía son los Santos, los cuales han hecho de su existencia un himno a Dios Amor”.

Haciendo referencia a la variedad de Santos y diversos carismas, el Papa recordó que “en verdad, toda la historia de la Iglesia es historia de santidad, animada por el único Amor que tiene su fuente en Dios”. “Solo la caridad sobrenatural como aquella que brota siempre nueva del corazón de Cristo, puede explicar el prodigioso florecimiento, a través de los años, de Órdenes, Institutos religiosos masculinos y femeninos y de otras formas de vida consagrada”.

El Pontífice señaló que el elenco de hombres y mujeres santos, “nos lleva a considerar la importancia de la vida consagrada como expresión y escuela de caridad”; recordó que el Concilio Vaticano II destacó “la imitación de Cristo en la castidad, la pobreza y la obediencia está completamente orientada a la consecución de la caridad perfecta”; y recordó que el próximo 2 de febrero fiesta de la Presentación del Señor, la Iglesia celebra la Jornada de la Vida Consagrada.

El Santo Padre aseguró que, siguiendo la costumbre de su Predecesor, presidirá en la Basílica de San Pedro, la Misa vespertina a la que asisten consagrados y consagradas que viven en Roma. Agradeceremos juntos a Dios por el don de la vida consagrada y rezaremos para que ella continúe siendo en el mundo signo elocuente de su amor misericordioso.”
Al finalizar el Ángelus, flanqueado por dos niños, el Papa Benedicto soltó una paloma blanca al concluir una oración por la paz mundial.

Encuentro InterParroquial 29 Enero San José de Ocoa

En el día de ayer toda la Pastoral Juvenil de nuestra Parroquia, se trasladó a la Parroquia San José de la Provincia de San José de Ocoa para celebrar el Dia Nacional de la Juventud en el marco del encuentro "Nos Conocemos Mejor para Crecer con Cristo".

Los jóvenes de ambas Parroquias, compartieron experiencias, cantos y emociones sobre la manera de ser jóvenes cristianos, las razones por las que van al grupo, e hicieron un análisis de la realidad de la juventud actual, y de los grupos de pastoral juvenil, que luego fueron trabajados en grupos interparroquiales que se formaron al inicio del encuentro.

El encuentro fue celebrado en el Centro Padre Arturo de esta provincia, un lugar de campamentos equipado para actividades como esta. El equipo interparroquial de organización logró sus objetivos, y al final con una marcha por diversas calles de la ciudad terminando en la Parroquia San José, tuvimos la misa de clausura del encuentro concelebrada por el párroco de la iglesia Luis Quinn y Gabriel Robles OAR asesor de la pastoral juvenil de la Parroquia Nuestra Señora de la Consolación.

Al final de la Misa el padre Julian (asesor de San josé) pronunció algunas palabras de agradecimiento y de motivación a los jóvenes que participaron en el encuentro. Nos conocemos mejor para crecer con cristo, un éxito para la Gloria de Dios.

Wednesday, January 25, 2006

Deus caritas est

El Papa Benedicto XVI, publicó hoy la primera Encíclica de su Pontificado, en la cual, bajo el título de Deus caritas est expone el tema del amor cristiano, abarcando una reflexión teológico filosófica así como la concretización del amor y la caridad en el mundo de hoy. “Dios es Amor y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él”. Con esta cita bíblica de la primera epístola de San Juan Evangelista comienza la encíclica del Santo Padre, palabras que “expresan el centro de la fe cristiana”.

La Encíclica está articulada en dos grandes partes. La primera ofrece una reflexión teológico-filosófica sobre el amor en sus diversas manifestaciones, concretamente eros, philia, ágape; y precisa algunos datos esenciales del amor de Dios por el hombre y de la unión intrínseca que tal amor tiene con el amor humano. “El término ‘amor’, una de las palabras más usadas y abusadas en el mundo de hoy, posee un amplio campo semántico. En la multiplicidad de significados, sin embargo, emerge como arquetipo de amor por excelencia el amor entre el hombre y la mujer, que en la antigua Grecia era calificado con el nombre de eros”.

Continuando con la explicación del término “amor’, el Santo Padre recuerda que “en la Biblia, y sobre todo en el Nuevo Testamento, el concepto de ‘amor’ es profundizado –un desarrollo que se expresa en la misma al margen de la palabra eros a favor del término ágape, para expresar así un amor oblativo”. Saliendo al encuentro de posibles mal interpretaciones de tal desarrollo, como lecturas negativas del eros y de la corporeidad, la encíclica destaca que “el eros, puesto en la naturaleza del hombre por el mismo Creador, necesita de disciplina, de purificación y de maduración para no perder su dignidad originaria y no degradar a puro ‘sexo’, convirtiéndose así en una mercadería”.

“La fe cristiana siempre ha considerado al hombre como ser en el cual el espíritu y la materia se compenetran mutuamente, obteniendo de esto una nueva nobleza. El desafío del eros puede decirse superado cuando en el hombre cuerpo y alma se encuentran en perfecta armonía. Entonces el amor se convierte, si, en ‘éxtasis’, pero no éxtasis en el sentido de un momento de embriaguez pasajera, mas como éxodo permanente del yo cerrado en sí mismo hacia su liberación en el don de sí, y justamente de este modo hacia el reencuentro de sí, hacia el descubrimiento de Dios: en este modo el eros puede elevar al ser humano ‘en éxtasis’ hacia el Divino”.

Más adelante se lee: “incluso si el eros inicialmente es sobre todo deseo, en el acercarse después a la otra persona se pondrá cada vez menos preguntas sobre sí, buscará cada vez más la felicidad del otro, se donará y deseará ‘ser para’ el otro: así se inserta en este y se afirma el momento del ágape”.

“En Jesucristo, que es el amor encarnado de Dios, el eros-ágape alcanza su forma más radical. En la muerte en la cruz, Jesús, donándose para levantar y salvar al hombre, expresa el amor en la forma más sublime. En este acto de oferta, Jesús ha asegurado una presencia duradera a través de la institución de la Eucaristía, donde bajo las especies de pan y de vino, se dona a sí mismo como nuevo maná que nos une a Él". "Participando de la Eucaristía, también nosotros somos involucrados en la dinámica de su donación. Nos unimos a Él y al mismo tiempo nos unimos a todos los demás a los cuales Él se dona; convirtiéndonos así todos en ‘un solo cuerpo’. De modo que amor por Dios y amor por el prójimo son verdaderamente fusionados. El doble mandamiento, gracia a este encuentro con el ágape de Dios, no es más solo una exigencia: el amor puede ser ‘mandado’ porque antes ha sido donado”.
La práctica de la Caridad
La segunda parte del documento trata en cambio el ejercicio concreto del mandamiento del amor hacia el prójimo. En esta parte se afirma que “el amor al prójimo enraizado en el amor de Dios, además de ser una tarea de cada fiel, lo es también de la entera comunidad eclesial, que en su actividad caritativa debe reflejar el amor trinitario”. “La conciencia de tal tarea –continúa la Encíclica– ha tenido una relevancia constitutiva en la Iglesia desde sus inicios. En la estructura fundamental de la Iglesia surge la ‘diaconía’ como servicio del amor hacia el prójimo ejercitado comunitariamente y en modo ordenado”.

El Papa Benedicto XVI hace ver también como “con el progresivo difundirse de la Iglesia, este ejercicio expresa así una triple tarea: anuncio de la Palabra de Dios, celebración de los Sacramentos, servicio de la caridad. Se trata de tareas que se presuponen mutuamente y que no pueden ser separadas una de la otra”. El Papa critica luego la visión utilitaria de la caridad, especialmente en el marxismo, al afirmar que “desde el siglo XIX, fue levantada una objeción fundamental contra la actividad caritativa de la Iglesia: esta estaría en contraposición –se ha dicho– con la justicia y terminaría por actuar como sistema de conservación del status quo. Con el cumplimiento de obras de caridad la Iglesia favorecería el mantenimiento del sistema injusto en acto haciéndolo algo soportable y frenando así la rebelión y el potencial cambio hacia un mundo mejor. En este sentido el marxismo había indicado en la revolución mundial y en su preparación la panacea para la problemática social- un sueño que en el entre tiempo se desvaneció”.

Recordando, en esta línea, el magisterio de los Pontífices, “comenzando por la Encíclica Rerum novarum de León XIII hasta la trilogía de Encíclicas sociales de Juan Pablo II (Laborem exercens, Sollicitudo rei socialis, Centesimus annus)”, la Encíclica afirma que ha “afrontado con creciente insistencia la cuestión social, y en el confronto con situaciones problemáticas siempre nuevas ha desarrollado una doctrina social muy articulada, que propone orientaciones válidas más allá de los confines de la Iglesia”.

“La creación de un justo orden de la sociedad y del Estado –continúa– es tarea central de la política, y por lo tanto no puede ser encargo inmediato de la Iglesia. La doctrina social católica no quiere dar a la Iglesia un poder sobre el Estado, sino simplemente purificar e iluminar la razón, ofreciendo así la propia contribución a la formación de las conciencias, para que las verdaderas exigencias de la justicia puedan ser percibidas, reconocidas y también realizadas. Sin embargo no existe ningún orden estatal que, por muy justo, pueda hacer superficial el servicio del amor".
"El Estado que quiere proveer a todo se convierte en definitiva en una instancia burocrática que no puede asegurar la contribución esencial que el hombre sufriente necesita: la amorosa entrega personal”, advierte además el Papa Benedicto.
La encíclica hace ver como un efecto colateral de la globalización “se manifiesta en el hecho que la solicitud por el prójimo, superando los confines de las comunidades nacionales, tiende a extender sus horizontes al mundo entero. Las estructuras del Estado y las asociaciones humanitarias segundan en varios modos la solidaridad expresada por la sociedad civil: se han formado así múltiples organizaciones con fines caritativos y filantrópicos". "También en la Iglesia Católica –sigue el Santo Padre– y en otras Comunidades eclesiales han surgido nuevas formas de actividad caritativa. Entre todas estas instancias es necesario que se establezca una colaboración fructífera. Naturalmente es importante que la actividad caritativa de la Iglesia no pierda la propia identidad disolviéndose en la común organización asistencial y convertirse en una simple variante, sino que mantenga todo el esplendor de la esencia de la caridad cristiana y eclesial”.

Para que la Iglesia mantenga la esencia de la caridad cristiana, el Papa hace referencia a la necesidad de:
- “basarse en la experiencia de un encuentro personal con Cristo, cuyo amor ha tocado el corazón del creyente suscitando en él el amor por el prójimo”.
- “debe ser independiente de partidos e ideologías. El programa del cristiano es un corazón que ve. Este corazón ve donde hay necesidad de amor y actúa en modo consecuente”.
- “no debe ser medio en función de aquello que hoy es indicado como proselitismo. El amor es gratuito; no es ejercitado para alcanzar otros medios.
"Pero esto no significa que la acción caritativa deba, por así decir, dejar a Dios y a Cristo de lado", advierte el Pontífice. "El cristiano sabe cuando es tiempo de hablar de Dios y cuando es justo callar y dejar hablar solamente al amor. El himno a la caridad de San Pablo debe ser la Magna Carta de todo el sercito eclesial para protegerlo del riesgo de degradar en puro activismo”, añade.
Oración en la acción
Hacia el final de la encíclica el Santo Padre recuerda la importancia de la oración. “Frente al secularismo que puede condicionar también a muchos cristianos comprometidos en el trabajo caritativo, es necesario reafirmar la importancia de la oración”. “El contacto vivo con Dios –dice el Papa– evita que la experiencia de la desproporción de la necesidad y de los límites del propio actuar puedan, por un lado, llevar a la persona a la ideología que pretende ahora aquello que Dios, por cuanto parece, no consigue, o, por otro lado, ser tentación para ceder a la inercia y a la resignación".

"Quien reza no pierde su tiempo, incluso si la situación parece impulsar únicamente la acción, no pretende cambiar o corregir los planes de Dios, sino que busca- bajo el ejemplo de María y los Santos- de buscar en Dios la luz y la fuerza del amor que vence toda oscuridad y egoísmo presente en el mundo”, concluye el Pontífice.

Saturday, January 21, 2006

Reunión del Sábado 14 Ene

En esta reunión, recibimos la visita de los jóvenes de Luz en las Tinieblas, y compartimos el tema : Principio y Fundamento. Este tema trata sobre la forma en que vemos a Dios en nuestras vidas juveniles, y de que manera debemos tomarlo para hacerlo nuestra "zapata", nuestra roca firme sobre la cual descanse nuestra vida. Compartimos nuestra tradicional trivia, y nos despedimos con una oración muy bonita y muy fortalecedora.

Nuevas Cosas en este año 2006

Ante todo, les pido mis disculpas, ya que no había estado escribiendo en el blog, pero con Dios mediante, ahora si..no nos pararemos. Lo primero es que la Pastoral Juvenil se encuentra en un momento de crecimiento en nuestra parroquia, ya que se nota a los jóvenes mas animados y mas deseosos de continuar transitando un camino que sabemos todos que no es fácil. Fuimos designados representantes de Pastoral Juvenil en el consejo parroquial, lo que nos compromete mas a seguir esforzandonos y dando todo lo mejor de mí para el servicio y Gloria de Nuestro Señor. Nuestro grupo se ha consolidado y estamos preparando las actividades que vamos a realizar en este año que recién empieza. Gracias a Dios en la parroquia soplan nuevos aires y esperamos que Pastoral Juvenil salga a flote y sea un instrumento más de la Gloria de Nuestro Dios.